
El Sanctoral del 29 de julio celebra a Santa Marta, una de las figuras más prominentes en el Evangelio. Según las escrituras, Marta era una mujer fuerte y devota que recibió a Jesús en su casa con gran hospitalidad. Su historia aparece en el Evangelio de Lucas, donde se menciona que Marta andaba preocupada y afanada con los quehaceres de la casa, mientras su hermana María se sentaba a los pies de Jesús escuchando sus enseñanzas.
Este pasaje nos enseña la importancia de equilibrar nuestras responsabilidades diarias con la búsqueda espiritual y el encuentro con Jesús. Marta, aunque inicialmente frustrada por la actitud de su hermana, aprendió a priorizar lo espiritual sobre lo material, entendiendo que el verdadero servicio a Dios no solo se encuentra en las labores cotidianas, sino también en la atención y dedicación a su Palabra.
La vida de Santa Marta nos invita a reflexionar sobre cómo estamos distribuyendo nuestro tiempo y energía, recordándonos que es fundamental encontrar ese equilibrio entre el servicio a los demás y la conexión con lo divino. Al igual que Marta, debemos acoger a Jesús en nuestras vidas con generosidad y humildad, permitiéndole guiarnos en nuestro camino de fe.