En el verano de 1992, el mundo del baloncesto cambió para siempre con la llegada del «Dream Team» de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de Barcelona. Este equipo, compuesto por estrellas de la NBA, llevó el juego a un nivel completamente nuevo y arrasó con la competencia para ganar la medalla de oro de manera dominante.
El Dream Team de 1992 fue una alineación de ensueño que incluía nombres legendarios como Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Charles Barkley y Scottie Pippen, entre otros. Este grupo de superestrellas no solo era excepcional en términos de talento individual, sino que también mostraba una química y un juego en equipo impresionantes que dejaron a sus oponentes sin oportunidad.
Antes de la llegada del Dream Team, los Estados Unidos habían sufrido una derrota inesperada en los Juegos Olímpicos de 1988 en Seúl, lo que llevó a la decisión de permitir a los jugadores de la NBA competir en los Juegos Olímpicos. Esta decisión resultó ser un punto de inflexión para el baloncesto internacional, ya que el Dream Team mostró al mundo la excelencia y la superioridad del juego estadounidense.
El legado del Dream Team de 1992 continúa hasta el día de hoy, ya que se le considera el mejor equipo de baloncesto de la historia. Su impacto se puede sentir en la forma en que se juega y se percibe el baloncesto a nivel mundial, y su influencia ha sido duradera en el desarrollo y la popularidad del deporte en todo el mundo.